El 7 de mayo se abrirán las puertas de la exposición “JL Martín. 45 Años Dibujando Como Dios Manda” en la sala de exposiciones Antonio López del Antiguo hospital de Santa María La Rica, producida por el Instituto Quevedo de las Artes del Humor con la colaboración del Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Fundación Gin.
Además, a las 13:00H del día 7 de mayo tendrá lugar la inauguración de la exposición que será presentada por M. Teresa del Val Núñez, la Directora General de la Universidad de Alcalá, e intervendrán: el autor José Luis Martín Zabala, el director de artes audiovisuales del IQH, Julio Rey, y la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, María Aranguren Vergara.
La inauguración se podrá seguir a través de nuestra página web, nuestro canal de YouTube, Twitter y Facebook.
La vocación del dibujante suele ser muy temprana. Todos los dibujantes fueron en su infancia niños que dibujaban sin parar siempre que podían –quizá porque no les dejaban jugar en el patio del cole a fútbol, por llevar gafas—, que devoraban con pasión todos los tebeos que caían a su alcance y que siempre anunciaban que ellos, de mayores, serían dibujantes, para espanto de sus padres.
JLMartín perteneció a este selecto club de frikis y dibujó cientos, miles de dibujos, antes de que le publicaran el primero.
Con la muerte de Franco y el inicio de la transición política se produce en España una extraordinaria eclosión de nuevas cabeceras de diarios y revistas y los autores de humor gráfico –muy prestigiados por su papel crítico en los últimos años del franquismo—gozan de múltiples oportunidades para publicar sus trabajos. JLMartín empezó a publicar en el año 1976 y sólo un año más tarde se hizo cargo, junto con Tom y Romeu, de una nueva revista de humor que gozaría de una larga vida: El JUEVES.
Y con el advenimiento de internet, súbitamente abandonamos plumillas, tinteros y cajas de acuarelas y nos entregamos a las ventajas de la tecnología: la mesa de dibujo se convirtió en una tableta y con una modesta APP de 9´99 euros tuvimos a nuestra disposición infinidad de plumillas y pinceles y una paleta de colores no menos infinita. Y la entrega a redacción, desde cualquier parte, en un clic.
Por contra, la tecnología puso en apuros la industria editorial del papel y dinamitó los derechos de propiedad intelectual y así finiquitó un ciclo prodigioso para los humoristas gráficos que había comenzado en el tardofranquismo.
Pero JL Martín lo tiene muy claro: “De niño quería ser dibujante. Ni policía, ni bombero: dibujante. Primero, como Walt Disney o Walter Lantz. Más tarde, como Cifré, Vázquez, Peñarroya, Nené Estivill o Ibáñez. Por fin, como Quino, Sempé o Perich. Y tuve suerte. De la mano de Perich, Tom y Romeu inicié mi carrera profesional justo cuando comenzaba la última edad de oro del humor gráfico español, a mediados de los 70 del pasado siglo, un tiempo lleno de oportunidades. Mucha, mucha suerte: además de dibujante fui editor y pude dibujar siempre lo que me vino en gana. Y así durante 45 años. De niño quería ser dibujante y de abuelo no quiero dejar de serlo”.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 13 de junio de 2021 en la sala de exposiciones Antonio López del Antiguo hospital de Santa María La Rica de Alcalá de Henares.

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