El próximo miércoles 26 de junio a las 11:30 se inaugura la exposición Miguel Gila, el miliciano del humor en la Fábrica del Humor.
Producida por el Instituto Quevedo de las Artes del Humor con motivo del centenario del nacimiento de Gila, la muestra cuenta con la colaboración de la Asociación Frente Viñetista y miguelgila.com.
La exposición está dividida en dos bloques: el primero de ellos, en el que numerosos autores como Turcios, Idígoras y Pachi, Siro, Fer o Gallego& Rey, homenajean la figura de Miguel Gila; el segundo, compuesto por obras del propio Gila.
El listado completo de autores participantes es:
- Ángel, Miguel Ángel Gómez Sedano
- Ben, Francisco de Borja Ben Lafuente
- DGV, David García Vivancos
- Elchicotriste, Miguel Villalba
- ElKoko, Pedro Parrilla Pérez
- Eneko, Eneko de las Heras
- Enrique, Enrique Pérez Penedo
- Fer, José Antonio Fernández
- Ferran, Martín Ferran Martín
- Gallego y Rey José, María Gallego y Julio Rey
- Idígoras y Pachi, Angel y Francisco Rodríguez Idígoras
- Iñaki y Frenchy, Iñaki Tovar Picazo y José Miguel Moreno Jiménez
- JM Nieto, José María Nieto
- JL Martín, José Luis Martín
- Kap, Jaume Capdevila
- Madrigal, Antonio Madrigal
- Manel Fontdevilla, Manel Fontdevila
- Nani, Adriana Mosquera
- Orcajo, José Orcajo
- Pat, Patricio Rocco.
- Puebla, José Manuel Puebla
- Raquel GU, Raquel Garcia i Ulldemolins
- Siro, Siro López
- Turcios, Omar Figueroa Turcios
Miguel Gila, el miliciano del humor estará abierta al público hasta el domingo 28 de julio.
MIGUEL GILA
Madrid, 12 de marzo de 1919 – Barcelona el 13 de julio de 2001.
El Maestro del Humor, Miguel Gila, fue una persona comprometida desde sus 17 años a los que se alistó voluntariamente como miliciano para defender la democracia en la II República. Sufrió un fusilamiento fallido en la Guerra Civil Española, porque como él diría “nos fusilaron mal”, pasó por el campo de prisioneros de Valsequillo y las cárceles de Yeserías, Santa Rita (Carabanchel) y Torrijos, en la que coincidió con Miguel Hernández.
Su vida artística como humorista gráfico la comenzó en Zamora, cuando al terminar la guerra le obligaron, por haber sido soldado republicano, a cumplir cuatro años de servicio militar. Llegó a publicar en múltiples revistas de las que cabe destacar La Codorniz. Dio el paso a cómico en su regreso a Madrid en 1951, llegándose a convertir en pionero del monólogo y alcanzando tanto éxito que durante el programa radiofónico “La Hora de Gila”, se paraba el país. Fue tal el éxito que hasta las autoridades gubernativas de la época dieron la orden de que se adelantará media hora su emisión para no perjudicar la proyección en los cines del No-Do, que era de exhibición obligatoria. Gila, como no, también sufrió la censura de la época y llegó a ser sancionado con suspensión de tres semanas, treinta mil pesetas de la época y retirada de pasaporte, por hacer alusión con uno de sus chistes a que en España en aquella época existían presos políticos.
Por un “empacho de dictadura” decidió irse a vivir a Argentina durante más de 20 años, época en la que también obtuvo grandes éxitos por toda Sudamérica y en la que empujado por su gran afán de perfeccionamiento, tomó lecciones de teatro, cine y canto, con las que ganó en rotundidad interpretativa en sus monólogos.
Regresó a España a mediados de los años ochenta tras volver la democracia por la que él había luchado. Vino acompañado de su querido teléfono con el que nos mostró de nuevo la estupidez y sinrazón de la guerra que ya había plasmado en multitud de sus viñetas. El éxito continuó y recibió numerosos premios entre ellos el Gat Perich en 1999, premio que le emocionó al ser un galardón otorgado en nombre de su gran amigo El Perich.
Los primeros dibujos de Gila se publicaron a partir de 1944 en revistas como Maravillas de Flechas y Pelayos, Cucú, Hola, Imperio. También publicó en la revista universitaria salmantina llamada, en honor a la obra de Hesíodo, Trabajos y Días. En 1946 ya le encontramos dibujando en La Codorniz. En los años cincuenta publica en Don José, Can Can o Selecciones de Humor del DDT y a finales de la década crea en México con Rius la publicación La Gallina, algo que duraría poco tiempo debido a los numerosos viajes de Gila motivados por las giras de sus espectáculos. En los setenta comienza a publicar en Hermano Lobo, llegando a decir: “Hermano Lobo fue para mí una resurrección, iba a hacer lo que más me gusta, el humor gráfico”. Estuvo dibujando hasta los últimos días para El Periódico en una divertida sección llamada “Encuentros en la tercera edad”.
En una entrevista para la revista Perfiles de la ONCE, en 1999, Gila habla sobre la importancia que para él tiene el humor: “Siempre he creído que el humor es la mejor terapia para la mente. Pienso que es un buen instrumento, no ya para solucionar los problemas sociales actuales, pero sí para ponerlos de manifiesto, para que la gente tome conciencia de que existen.”
El humor gráfico de Gila se puede calificar como humor negro, si bien como dice el humorista gráfico Kap, en un artículo sobre Gila, para el Frente Viñetista: “Lo último que pretende Gila con sus viñetas es herir, sino sanar. Sanar mediante la ironía, el sarcasmo y el humor a una sociedad herida por la guerra y sometida por el franquismo. Sanar una sociedad triste, gris y atenazada por el odio, el miedo y la censura.”
El genial Chumy Chúmez lo calificó como: “El mejor humorista de chistes gráficos de la posguerra”. El gran Coll dijo de él que era “La carcajada del siglo XX”. A Quino en una entrevista le preguntaron ¿Qué le hace reír?, contestó: “Un dibujante y humorista español, Gila. Él me hace reír a carcajadas. Creo que es el único que me hace reír así, a carcajadas.” Y el magnífico Forges dijo: “Gila es uno de los tres Reyes Magos del humor junto a Cervantes y Quevedo.”
Gila, Maestro del Humor, del que aun hoy en día perduran como chascarrillos sus frases: “¿Es el enemigo?” o “¡Qué se ponga!”, fue un hombre muy versátil que comenzó como humorista gráfico, fue pionero del monólogo, actor de películas, escritor de varios libros, guiones de teatro, artículos, relatos cortos y poemas. Pero Gila de todas sus facetas manifestó su preferencia por una de ellas: El dibujo humorístico.
Fallecido en 2001, Gila estuvo dibujando hasta los últimos días para El Periódico en una divertida sección llamada “Encuentros en la tercera edad”.
Video de la exposición:
Fotografías de la exposición:
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